lunes, 31 de octubre de 2011

Distance.

No me importa dónde carajos estes. No me importa si nos separan más de 700 kilómetros. De verdad, no me importa. Ni siquiera que tenga que verte en fotos porque verte a la cara es casi imposible.
Sabes que si por mí fuera, ahora mismo, cojería mis cosas, las metería en una maleta e iría a buscarte a dónde cojones quieras estar, incluso a la otra punta del mundo si es necesario.
Pero no puedo. Maldita sea mi suerte. 
Pero te prometo algo. Te prometo que dentro de unos años, cuando pueda escapar de esta maldita rutina que me acosa y de todo lo que me impide ir a buscarte en este mismo instante, iré por ti.
No se todavía como lo haré, ni si tendré que atravesar mar, tierra y aire para encontrarte, pero te aseguro que lo conseguiré.
Estaremos juntos, como siempre quisimos, como te dije aquel día que hablamos de amor.
Confía en mí, que yo te juro que jamás dejaré que te pase nada y que nunca te volverás a sentir sola.
Incluso estando a tantísimos kilómetros de mí, puedo decirte que eres todo, que no hay nada que valga más que tú y que seguro que nunca podré encontrar a nadie que me complemente de la manera que lo haces tú, y que, con solo decirme, ''hola, ¿qué tal?'' ya me has alegrado el día.
Joder, ya no se de que manera decirte que te quiero, que eres única, que me da igual todo, exactamente TODO, con tal de que podamos estar juntos.
No dejaré que nada nos separe, princesa. 
Nada, ni siquiera la distancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario