domingo, 6 de mayo de 2012

Nothing.

Una vez lo dí todo. Reí hasta que lloré sin poder parar. Canté hasta que me quedé sin voz. Lloré hasta quedarme sin lágrimas. Corrí hasta que perdí las piernas. Salté hasta que mis tobillos se doblaron. Sonreí hasta que me dolió la boca. Amé hasta olvidarme del mundo. Volé hasta que mis alas se rompieron. Me perdí hasta que encontré el camino de regreso a casa. Dormí hasta confundir el día con la noche. Bailé hasta que me desmayé de agotamiento. Besé hasta que en mis labios quedaron grabados sus labios. Escribí hasta que mis dedos se desollaron. Memorizé todo lo que pude hasta que mi cerebro se atrofió. Comí hasta engordar al máximo. 
Saturé los límites de cada cosas que hice. Intenté realizar todos mis sueños, haciendo todo lo posible por dar de mí, lo mejor y lo peor. Mi objetivo, era dar y resivir a partes iguales, nunca más. ¿Y sabes qué me pasó? Todo lo contrario.
Me quedé sin nada.