sábado, 28 de abril de 2012

Los pilares de la tierra.

Él le puso un anillo en el dedo. "He estado esperando esto toda mi vida", pensó ella. Se miraron a los ojos. Estaba segura de que él había cambiado. Comprendió que, hasta entonces, él no había estado seguro de ella. 
-Te quiero - dijo él -.Siempre te querré.
Aquélla era su promesa. El resto era religión. Ese breve instante les pertenecía. La mirade de él decía: "Tú y yo juntos, para siempre". Y ella se dijo: "Al fin".