jueves, 24 de mayo de 2012

Siempre se odia con más fuerza.

-No puedo, lo siento.
+¿No puedes qué?
-Que no puedo seguir. No encuentro razones para seguir con esto. Me empieza a parecer absurdo.
+Ah..
-¿Ah? ¿Sólo ah?
+¿Qué quieres que diga? Eres demasiado cabezota, no podría hacer que entrarás en razón, ni aunque te estubiera matando..
-¡Pués no sé! Si todavía me quieres, dame, al menos, una sola razón para que me quede.
+Yo no tengo porque darte ninguna razón. Eso debes saberlo tú.
-¡Entonces, no me quieres! ¡Esto es estúpido! Nos pasamos el día entero jugando con fuego..
+¿Te parece suficiente razón para que te quedes? Jugamos con fuego a todas horas y es lo emocionante.
-Te odio.
+Me encanta que me odies, lo sabes.
-Eres un maldito gilipollas, un subnormal, un cerdo, te odio, te odio con todas mis ganas.
+Otra razón más. Me encanta pelearme contigo.
-Masoquista.
+Ya. Te quiero.
-Pués yo te odio.
+No te vayas. Sigamos jugando con fuego.
-De acuerdo. Pero te odio.
+Yo mucho más.