Y abro los ojos y recuerdo que ya no estás. Que aquella historia terminó hace muchísimo tiempo. Fue hace tanto y aún te tengo presente. Que cicatriz más profunda me has dejado...
Me siento y me tapo la cara con las manos. No recordaba un sueño tan vivido como este. Supongo que si pareció tan real es porque en realidad fue cierto. Fue cierta aquella tarde en la playa, aquella noche paseando bajo las estrellas, aquellos besos olvidados en la comisura de mis labios que tú rescataste. Todavía siento el tacto de tus manos por mi cuerpo, la suavidad de tu pelo, el brillo de tu sonrisa en medio de toda aquella oscuridad que me envolvía. Me muerdo el labio deseando que seas tú el que lo hiciera. Y maldita sea mi suerte que todavía recuerdo tus palabras, que todavía siento tu aliento contra mi cuello, el sonido de tu risa casi celestial.
Me revuelvo en la cama y los recuerdos me aprisionan. Tú tomando el sol, tú mirándome desde lejos, tú acercándote despacio, aprisionando a tu presa. Tú enfadado, tú sonriendo al espejo mientras me abrazabas, tú regalándome besos fugaces en el pelo, tú perdido por mi cuerpo, tú susurrando mi nombre, tú robándome besos en mitad de cada discusión, tú bajo la ducha, tú en la cama, tú dormido, tú apretándome contra la pared, tú abrazándome...Tú, tú, tú. Siempre tú; siempre tú conmigo.
Y no tengo otro pensamiento que no sea respecto a ti, ¿cómo pudo pasarnos todo aquello? ¿Cómo pude vivir sin haberte conocido? ¿Cómo he podido seguir viviendo sin ti?
No puedo evitar susurrar tu nombre, despacio, casi implorando volver el tiempo atrás, buscarte, que aparecieras ahora mismo. Cierro los ojos y se me cae el mundo encima cuando vuelvo a pensar en tu cuerpo, en aquellos "No sé que haría sin ti" "No te vayas, por favor" "Desde que te conozco dependo de ti como del aire. Eres una droga bastante adictiva"
Recuerdo aquel te quiero gemido contra tu cuello, aquellos ojos grises que reflejaban todo el dolor del mundo. Y me acuerdo de mí acariciando tu cuerpo, embelesada con tu perfección, aquellas noches donde yo me quedaba dormida sobre tu pecho...Sin embargo, también recuerdo todo lo malo. Todos tus celos, todas aquellas mentiras a medias, aquellos días chillándonos hasta llorar, hasta chocarnos con el muro de nuestras diferencias. Ese muro que construimos y que de la noche a la mañana se nos cayó encima.
"Te quiero, maldita sea. Por supuesto que te quiero, pero esto nos viene grande. Tú me vienes grande. Yo ya no soy suficiente para ti y, sinceramente, ya no se si quiero seguir arriesgándome para nada."
El corazón se me vuelve a romper al recordar aquellas palabras que dijiste la última vez que nos vimos.
Desde ese día me limité a sobrevivir, dispuesta a seguir manteniéndome con vida. Pero nunca me propuse olvidarte, sabía que no lo lograría, que no sería capaz de sacarte de mi mente. Y tuve razón.
Todavía tengo las fotos, todavía las miro cada noche antes de ir a dormir y todavía lloro hasta quedarme dormida pensando que estarás haciendo, si estarás bien o no, si me echarás tanto de menos como yo a ti, si recordarás mi nombre...Si estás con otra ya.
Estoy rota, rota en mil pedazos y en cada uno de ellos está escrito tu nombre.
Una vez te dije que era tuya por encima de todo y de todos, que te pertenecía y que te querría siempre. No te mentí.