domingo, 2 de octubre de 2011

No lo intentes, que no funciona.

Siempre estás diciendome lo diferente que soy del resto y lo poco que valoro todo, y no es así. Te equivocas.
Valoro todo, hasta el aire que respiro y el tiempo que pierdo en esfuerzos inútiles que luego no sirven de nada.
Pretendes que este pegado a ti todos los días, a cada hora y a cada minuto de mi día a día y no, no puedes pretender algo así.
¿Y sabes por qué no puedes pretenderlo? Porque no eres nadie.
Tienes que asumir que sólo eres alguién más con el que sólo quiero pasar buenos ratos; pero sólo y exclusivamente cuando yo quiera.
Ni quiero enamorarme de ti, y mucho menos casarme contigo.
Soy alguién libre, ni me ato a nada ni nadie.
Estás intentando hacerme cambiar; intentar que sea otra.
Quieres que me convierta en tu novia, pija y perfecta que sólo piense en ti y en tus estúpidas conversaciones de trabajo. Que me muera por que me des un beso o porque me llames. No soy así.
Intentas domarme y eso es algo que jamás nadie ha conseguido ni conseguirá hacerlo.