Me besa. Me dejo besar. Me toca. Le toco. Me sonríe. Me derrito. Se muerde el labio. Se me mueve hasta el alma.
-¿Cuánto tiempo más vamos a estar así? - le digo retirándome un paso.
+¿Estar cómo? Si estamos de maravilla ahora mismo.- Me atrae y saca una de sus sonrisas más pícaras.
-No, en serio. ¿Hasta cuándo piensas que vamos a seguir viéndonos a escondidas? - Me aparto y lo miró muy seria. Aspiro una bocanada de aire y cierro los ojos - ¿Hasta cuándo voy a seguir siendo la otra?
Se queda muy rígido y muy serio. Afloja su abrazo y deja caer las manos a los lados de mi cintura.
+No lo sé... Sabes que intento hacer las cosas bien...
-Pués esto no es precisamente hacer las cosas bien - Le atajo - Joder, no se quién es ella pero creo que no se merece esto...
+Lo se, lo se, ¿¡vale!? ¡Lo se, joder! - se da media vuelta y se lleva las manos a la cabeza
-Pero, tranquilo, no te pongas así. No he pretendido enfadarte... - Le intentó coger las manos y se aparta. Mierda, la he liado.
+No. No tienes la culpa, sí en realidad tienes razón... - Se derrumba y se sienta en una silla - No se como cojones he sido capaz de hacerle algo así a ella. No se lo merece.
Joder, joder, joder, ¡JODER!
No puede dejarme ahora; no va a dejarme ahora ¿verdad?
-¿Eso significa que lo nuestro...se va a acabar? - Se me quiebra la voz en la última palabra.
+¿Qué? no, ¡NO! - Se levantá y toma mi cara entre sus manos - Eso significa que tengo que dejar de hacerle daño y decirselo de una vez por todas. No puedo alejarme de ti. No tengo la suficiente fuerza - Me besa - No voy a vivir sin ti. No puedo vivir sin ti.
-Yo tampoco, lo sabes.