<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
''¡Hola!, ahora mismo no estoy en casa, pero si tienes algo muy importante y no puedes esperar a después, deja un mensaje que ya yo lo leo cuando vuelva. Adiós''
Mm .. hola guapo. Ya sé que no estás en casa, ¿qué cómo lo sé? Te estoy viendo justamente en este mismo momento. Estoy justamente en la heladería que está en frente del parquecito. Nuestro parquecito.
¿Sabes? Acabo de pedirme un helado de turrón, mi favorito, con dos bolas de menta, tu favorito. Está riquísimo. Te invitaría, pero veo que estás muy ocupado... Estás con otra. Con una niñata pija y repelente que lleva unas gafas de sol enormes y un bolso a juego con la ropa. Un abrigo de cuero, encima.
La verdad, es que no se que haces con ella, si a ti esas tipas no te gustan, te conoceré yo a ti... En fin, es una decepción para mí, porque no me imaginaba que fueras a caer tan bajo con una tía así. Ya que me dejabas, por lo menos haberte ido con una... con una con cerebro ¿no? Bueno, tú sabrás.
Ahora te estás tocando el pelo y riéndote como un tonto, mientras ella te dice algo al oído. Vaya, te ha dado fuerte ¿eh?
Mejor me voy de aquí, que he visto que te diriges justamente a esta heladería.
Mm .. yasta, ya estoy en la otra acera, en un banco sentada, pero tú ni me ves... Bueno, es normal. No apartas los ojos, de los suyos. Esos ojos tan bonitos que tú tienes, tan perfectos, tan preciosos... Mierda, se me ha hecho un nudo en la garganta, pero tranquilo, que ya se me ha pasado.
Ha llegado el camarero y ella directamente le ha dicho lo que queréis, sin nisiquiera consultarte.
Vaya que directa ¿no? Intentas cogerle la mano, pero ella la retira justo en ese momento, para atusarse el pelo, un pelo rubio oscuro, largo y muy lacio, cómo todas. Qué poco original, la verdad.
Ya vuelve el camarero... ¡Ostia! ¿Pero qué es lo qué estoy viendo? ¡Ha pedido un café!
¡café! Sé ve que no sabe que lo odias, o si lo sabe, le importa más bien poco.
La miras con una sonrisa forzada, sin querer hacerle el feo. Pero ella te sonríe abiertamente, cómo si te quisiera decir ''¿Te gusta? Es un café bastante refinado. Tengo muy buen gusto, ¿verdad?''
Y tú, confundido y a la vez un poco irritado, empiezas a tomarte el café despacio, con esfuerzo y tragando rápido para evitar saborearlo demasiado.
No te conoce. O por lo menos, no tanto como yo. Yo habría pedido helado de menta para ti y uno de turrón para mí o bien, dos batidos de chocolate, de esos tan ricos que tanto nos gusta.
Giras la cabeza hacia la izquierda... y me ves. Me estás viendo justamente ahora mismo. Y yo te saludo y te sonrío y tú te quedas anodado, pero me saludas, forzado.
Entonces ella también me ve y me mira con cara rara, como diciendo ''¿Quién es esa mal vestida?''
Bueno, será mejor que me vaya y que te cuelge. Pero primero te diré que si te he llamado era sólo para decirte que no te quiero, pero no te olvido, y que por una vez en mi vida, voy a intentar ser feliz sin depender de nadie. Sin depender de ti.
Adiós y que seas feliz, con la pija esa.