Y ya no se cómo decirtelo, como hacertelo sentir, como expresarlo.
Que me haces feliz. Enormemente feliz, y que no ha habido ni un sólo día de este año en el que, yo, no haya pensado en ti y que no haya querido estar en la comodidad de tus brazos.
Que te miro y tú hermosura me quema. No hay nada, ni nadie que haya sido capaz de superarte y dudo de que exista.
Jamás podré encontrar a nadie que sea ni la mitad que tú. Tan perfecto, atento, único, inigualable .. tan especial.
Y sí de algo estoy segura es de que quiero pasar contigo toda mi vida, hasta el final de mis días.
Que yo misma me encargaré de hacerte tan dichosamente feliz como tú me has hecho, me estás haciendo y me harás sentir.
Te amo. Te amo tanto pequeño, tanto, tanto que a veces pienso que esto no puede ser bueno. Pero entonces te miro, y se me quitan todas las tonterias y vuelve a mi cara esa sonrisa tan grande que sólo tú has conseguido sacar.
Mil gracias por todo lo que haces por mí cada día y por preocuparte de mi felicidad antes que de la tuya.