Quizás te parezca una idiotez, una declaración de amor demasiado radical. Una ida de cabeza de una niñata consentida.
No me importa, esta niñata se muere por morir bajo tu cuerpo, porque lo último que vea sean tu cuerpo, tus ojos negros. Y que le follen al mundo mientras tú me estés follando a mí. Que le den a los putos prejuicios, a todos esos que dicen que el amor mata. Que les den a todos que yo muero por morir a tu lado.
Que sabrán ellos. Qué coño sabrán si no te han visto morderte el labio, si no te han escuchado suplicarme un poco más, si no tienen ni idea de lo jodidamente irresistible que estás cuando me aprisionas contra la pared.
¿Morir por amor? No os confundáis. Amor, sí, pero más bien sería morir por la lujuria.