miércoles, 12 de septiembre de 2012

Tarde o temprano tenía que explotar.

Hoy, en este momento, solo quiero hablar de la verdad. Sobre mi vida real. Sobre lo que mi corazón siente en este momento. 
A ver, la verdad es que mi querida cabeza ahora mismo no está pasando uno de sus mejores momentos de lucidez. Siempre he presumido de tener las ideas muy claras, de saber lo que quería y de poder despedazar mis sentimientos cuando me diera la gana. Bueno, pues resulta que hoy las cosas han cambiado. Mi mundo, tal y como lo estoy viviendo desde hace casi dos años, se esta viniendo abajo por momentos. Aunque, siendo sinceros, las cosas están raras desde antes de que empezara el verano. Quiero pensar que todo por lo que he luchado todo este tiempo, vale la pena, aunque a veces no lo demuestre. 
Yo he sido bastante hija de puta con alguien importante. Y como resultado, él ahora es más o menos igual. 
Quiero decir, que lo que si tengo claro, es que le quiero. Le quiero desde hace mucho. Y eso no lo puede cambiar nadie, aunque él se empeñe en ser un capullo. 
Pero sin embargo ha aparecido otra persona. Bueno, esta persona lleva bastante tiempo en mi vida, pero yo fui la que lo alejo de mí, hace más de dos años. Sí, lo sé, ahora es cuando me jodo, por cabrona. Pero es que él se parece tanto a mí. Le gusta casi todo lo que me gusta a mí, me entiende. Otros no. 
Por eso quiero pensar que mi cabeza se ha encaprichado, no se ha enamorado. Eso sí que lo sé. Sé de quién estoy enamorada, y no es mi preciado chico de los ojos azules. 
Me gusta, es cierto y puede que él merezca más la pena, no lo dudo, pero mientras mi corazón le pertenezca a otro, no hay más que hablar.
Si escribo esto es porque lo necesitaba. Necesitaba hablar de una puta vez, dejar de guardarme lo todo para mí, y exponerlo de la mejor forma que sé. Escribiendo.
Y lo último es que las cosas nunca son lo que parecen. Por fuera puedo parecer yo la buena, pero por dentro, quizás las cosas son diferentes...

Tanto si te gusta como si no, yo he entrado en tu vida y tú en la mía.

¿Conoces la leyenda del hilo rojo? Da igual, yo te la cuento. 
Según una leyenda anónima de origen chino cuenta que entre dos personas que están destinadas a tener un vínculo existe un hilo rojo invisible que los une desde antes de que dichas personas se conozcan y es irrompible. Hay veces que el hilo se tensa, pero nunca llega a romperse. 
¿Y sabes que pienso yo de todo esto? Que tú tienes ese maldito hilo rojo que nos conecta. No me preguntes porque lo sé, porque no tengo ni idea. Llámalo intuición.
Es curioso porque no nos conocemos. Bueno, de vista, sí. De miradas fijas y de sonrisas tontas. 
Hemos coincidido tantas veces, que a veces pienso que puedes leerme la mente. Sin embargo, siempre nos miramos, sonreímos y volvemos a nuestra vida, pero sé que serás alguien importante en mi futuro.
Sé que estás ahí afuera, quizás buscándome o tal vez, haciendo feliz a otra. Pero no me importa, estoy segura de que serás para mí, tus ojos azules no mienten. Y he visto más en una mirada tuya que en miles de otros. Así que soy paciente, espero hasta que el tiempo o lo que sea, haga de las suyas y nos volvamos a encontrar.  
Por el momento quiero pensar que nuestro hilo, irrompible o no, te guiará hasta mí para que puedas quedarte para siempre.