¿Quieres ser feliz? ¿Quieres dejar de preocuparte y de llorar por las malditas esquinas? Si quieres, puedes. Sal ahí fuera y cómete el mundo. Con una sonrisa siempre, claro. Porque te aseguro que tú sola puedes conseguir grandes proezas. No necesitas a nadie que te diga dónde y cómo hacer las cosas. Puedes ser libre. Eres libre si te lo propones.