-Tenemos que hablar - le digo mirándolo.
Él sigue mirando la tele como si yo no estuviera. Cómo si no existiera. Como siempre, no sé como no me he dado cuenta antes.
-En serio, es importante - cojo el mando de encima de la mesa y apago el televisor.
+Espero que lo sea de verdad.
Se gira hacía mí y en sus ojos verdes veo todo lo que he sido. Toda esos años a su lado. Todos los sueños que se quedaron en el camino, nuestros besos, nuestras caricias, nuestras noches, nuestras risas y de pronto, soledad. En esos ojos hay soledad, la misma que sentía yo. Se refleja el agobio y al mismo tiempo, el amor. Me voy poniendo blanca y la voz se me atraviesa en la garganta. Soy incapaz de hablar.
+¿Qué querías? - él no sospecha nada y se enfada - ¿Para eso me quitas la tele? ¿Para estar callada y no hablar? ¿Qué es eso tan importante que no podía esperar? Siempre igual, eres una pesada no entiendes nada...
-Hay otro.
Lo suelto de sopetón. Sin miramientos, sin pena. Lo digo y ya. Neutra.
Él calla y se queda mirándome. Por un segundo sus pupilas se dilatan y se refleja el desconcierto, pero solo dura un segundo. Cuando vuelvo a mirar, sus ojos solo reflejan dolor e indiferencia.
+¿Otro? - Pone cara de perdido, agacha la mirada y me mira a los ojos - Supongo que si hay otro quiere decir que has estado con él.
-Sí.
+Y no ha sido un simple beso, ¿verdad?
Agacho la mirada y me muerdo el labio inferior, como hago cada vez que me da miedo algo.
-No.
+Supongo también que esto es un final, que me estás dejando.
-Creo que sí.
+¿Crees? - de repente se levanta y empieza a chillar - ¿¡Crees!? Te has follado a otro y vienes diciéndome que crees que esto es un final. Te he regalado diez años de mi vida. ¡Diez años! Se dice rápido, pero hemos vivido demasiado, ¿cómo has podido hacer algo así? ¡Claro que es un final!
Me quedo sentada y lo miro. Dios, ¿cómo se puede apagar así el sentimiento? ¿Cómo he sido capaz de mandar diez años a la mierda? Lo peor es que no me arrepiento, ¿cómo podría no haberlo hecho?
-Es un final. He venido con toda la intención de ponerle fin a todo esto - No levanto la voz, incluso tiene que volver a sentarse para escucharme - De todas formas, ¿tú piensas que estábamos bien? Ni siquiera hablamos. No hay comunicación y a fin de cuenta, esto no es amor.
+Yo si te quiero. Incluso después de esto soy capaz de perdonarte...
-No quiero que me perdones nada, porque no te estoy pidiendo perdón. Ni siquiera me arrepiento porque...porque yo no te quiero.
Mis palabras caen como agua fría en él. Se queda rígido y me mira fríamente. No parece el mismo. Espero lo peor, pero sin embargo lo único que hace es mirarme como si no me conociera.
+¿Cuánto hace que no me quieres?
No esperaba esa pregunta pero la respuesta me viene a la cabeza incluso antes de pensarla.
-No lo sé. Me di cuenta anoche después de haber estado con él.
Puestos a ser sinceros, mejor contar toda la verdad de un tirón.
+¿Quién es?
-Alguien. Alguien capaz de entenderme y de dedicarme tiempo cuando tú solo te preocupas del partido de fútbol que se emitía cada noche. Alguien con unos profundos ojos azules que me ha hecho sentir lo que no había sentido en años. Me entiende, me comprende y me valora.
+Me dejas para irte con él ¿verdad?
No tenía respuesta para esto pero mi corazón decidió por mí antes que mi mente.
-No.
Él me mira extrañado, confuso.
+¿No? ¿Por qué? No te entiendo.
-Nunca lo has hecho. No voy a irme con él porque no estoy enamorada de él. Tampoco de ti. Lo pasamos bien pero no estoy dispuesta a estar con él. Quizás no nos volvamos a ver nunca más.
+¿Y me estás dejando por alguien a quién tal vez no volverás a ver?
-De todas formas lo nuestro estaba muerto. Entiéndelo.
Él se queda callado y cuando vuelve a mirarme sus ojos ya no son los mismos. El verde de sus ojos ya no desprenden la misma luz. Me quiere, pero yo a él no y eso lo está matando.
+Supongo que esto es una despedida.
Se acerca y me abraza. Me quedo paralizada y lo único que puedo hacer es respirar hondo y aguantar las ganas de llorar.
-Supongo que sí - respondo con la voz rota, sin soltarlo.
+Que seas feliz. Sin rencores. Ojala encuentres a alguien y te enamores para siempre de él y puedas vivir tu vida a su lado.
-Yo espero que la vida te trate mejor de lo que lo he hecho yo. Mucha suerte y que te vaya bien.
Me separo de él y sin mirarlo me quito el anillo y lo dejo encima de la mesa. Musitando un "ya vendré a recoger mis cosas" salgo de nuestra casa. De esa casa que ayer dejo de pertenecerme. Voy al banco y retiro todo mi dinero.
No sé a dónde voy a ir pero esta noche me voy de la ciudad. Es arriesgado, lo sé, pero quiero comenzar de cero y sé que aquí no podré. Tal vez me vaya a la otra punta del mundo con tal de escapar. Creo que no volveré a ver a ninguno de los dos. Les he puesto fin a los dos, ya que ninguno me podía hacer feliz.
Quizás el amor no sea lo mío y estoy perdiendo el tiempo.