lunes, 12 de septiembre de 2011

Yo te alejaré de la realidad... Tan alto como quieras volar.

Eres como una de esas canciones que nunca dejo que acaben. Como aquellos días de inviernos en los que lo único que deseo es abrazarte muy fuerte .. como esas largas tardes pensando en ti.
Eres mucho más que todo eso .. Eres mi motor y mis ganas de seguir; mis fuerzas y mi mayor devilidad, mis locuras y mis penas; mis sueños y mis pesadillas, mi ... ¿Todo?
Sí, todo. Eres todo.
Eres lo único que merece la pena, lo único por lo que vale la pena luchar o morir.
Yo viviría y moriría por ti. Lo sé, es exagerado, y ademas un esfuerzo inútil.
Sé que vales la pena, lo he visto en tus ojos, en tu forma de hablar y de caminar y sobre todo en tu forma de besar.
No quiero vivir sin ti, no puedo.
¿Sabes? Llegaste a mi vida en un momento clave, estaba apunto de abandonar y de tirar la toalla .. de olvidarlo todo.
Pero entonces apareciste. Dios, todavía lo recuerdo.
No podía dejar de mirarte, eras diferente a todo lo que había conocido hasta ahora.
Supe que eras tú desde el primer momento en que nuestras miradas se encontraron.
No supe quitarte de mi cabeza; ni supe ni sé.
Estuviste conmigo cada día y siges aquí.
Me cuesta creer que aún no hayas salido corriendo como los demás .. pero ¿qué digo? ¿Qué demás? Nunca ha habido nadie más que tú, ni nunca lo habrá.
Yo llegué hasta ti sin nisiquiera buscarte, es cierto, ahora solo quiero que estes conmigo siempre.