martes, 6 de septiembre de 2011

Amigos. Sólo amigos.

Amigos. Algo bueno, después de todo.
Siempre estamos juntos; no hay nadie que sea capaz de separarnos .. ¿O quizás sí?
Él es la persona perfecta, os lo digo yo.
Alto, guapo, ojos grandes y claro,cabello oscuro, mirada penetrante, sonrisa arrebatadora, está buenísimo, viste genial, quizás demasiado bromista, simpático y siempre ha estado cuando lo he necesitado.
Nos conocemos de toda la vida, prácticamente.
Siempre ha tenido una sonrisa para mí y unas palabras de apoyo cuando más lo he necesitado e infinidad de momentos divertidos.
Yo, a decir verdad, no tengo una mejor amiga, como todas las chicas de mi edad...Yo lo prefiero a él.
Me entiendo mejor con él que con cualquier otra chica.
Prefiero que juguemos o veamos un partido de fútbol juntos a una tarde de compras.
Todo lo que sé, me lo ha enseñado él. Ha sido mi maestra tanto en lo bueno como en lo malo.
Y las caídas siempre las he superado gracias a él.
Pero yo cometí un gran fallo. El peor error que puede cometer una chica como yo.
Cruzé la línea.Esa fina línea que hay entre la amistad y el amor.
Y me enamoré de él.
La verdad es que me di cuenta de esto hace unos cuantos años, cuándo siempre estaba abrazandome y diciendome lo especial y única que era, pero nunca quise asimilarlo. Nunca, hasta ahora, que sé que se imposible de ocultar.
Y además se que no siente para nada lo mismo que yo, que me sigue viendo como su mejor amiga y nada más. Devería sentirme orgullosa de ello pero no me conformo. Necesito más.
Hace poco que tiene novia. Es una chica preciosa, alguién perfecta para él...O eso creía yo.
Le hace daño. Mucho daño.
Le he visto llorar por ella, algo que jamás había visto en él.
Miles de veces le he dicho que la deje, que se olvide, que no lo merece, pero ya ni me escucha.
Me llora, le consuelo y cuando se va, soy yo la que sufre desconsoladamente y la que sabe que si fuera yo, jamás le hubiera hecho daño.
Hoy me ha dicho que siempre seré su mejor amiga y que siempre me verá como esa hermana que ha crecido con él.
No lo he soportado. He salido corriendo y me he encerrado en casa.
Ahora mismo no para de llamarme. He apagado el móvil.
También lo he borrado del msn y de las redes sociales.
No sé cómo he sido capaz, pero sé que es lo mejor. Es mejor así.


Mientras lloraba desconsoladamente, he recordado lo que me decían en el isntituto cada vez que nos veían juntos;
+¿Estaís saliendo?
Ni siquiera sabían lo que me dolía cada vez que les respondía:
-No. Solo somos amigos.

Amigos.Nunca jamás llegaremos a ser algo más.