lunes, 21 de enero de 2013

Intento fallido de olvidarte.

Sigo igual que al principio: enamorada de esa sonrisa que cuando la veo, hace que las abejas asesinas que tengo dentro se pongan a volar como locas. Sigo enamorada de tu pelo, de tus ojos que me matan, de tus manos que siempre me elevaban al cielo, de tu simpatía que conseguía alegrarle el día a cualquiera, de tus bromas, de tus celos, de tu risa  tonta, de tu prisa por darme un beso.
Sigo igual o hasta incluso más enamorada que al principio, aunque la única diferencia es que tú ya no estás y solo me quedan los recuerdos. Poco a poco tu risa se confunde con el tiempo, me abandona a mi suerte, me olvido de ella. Poco a poco voy olvidando los pequeños detalles: tu color favorito, aquella palabra que siempre decías al acabar una frase, tu canción favorita, la película que te dejaba siempre dormido.
Pero, sin embargo, hay ocasiones en que tu perfume pasa por mi lado, y me transporta a aquellos días que viví junto a ti, a todos esos momentos que se quedaron atrás, a todos esos detalles que voy olvidando. Entonces recuerdo que tu color favorito es el verde, que la palabra que siempre decías era "¿entiendes?", que tu canción favorita era Where is the love? y que la película que siempre te dormía era "Todos los días de mi vida"
Los recuerdos me llenan, me torturan y me dejan esa maldita sensación de vacío. Hasta que comprendo que las cosas son así, que tú no puedes volver y que yo no voy a dejar que lo hagas. Vuelvo a concienciarme de que no te necesito y día a día me lo creo. Hasta que tu perfume aparece de nuevo y los recuerdos vuelven a perseguirme. 

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