He decidido que voy a borrar de mi mente todos los recuerdos malos, todo el daño que nos hemos hecho y todos los enfados, que han sido muchos. Me quedo con los momentos buenos, que también han sido muchos.
¿Sabes? Te echo de menos, y sé que seguiré echándote de menos durante mucho tiempo, pero lo estoy soportando bastante bien. Me como mucho la cabeza, pero cada día un poco menos. Y soy optimista. Ya ves, yo que siempre he visto las cosas en negro, estoy empezando a ver cada vez más color. Eso sí que te gustaría. Bueno, he de decirte que eso, en parte, es gracias a ti. Cada día me levanto pensando que ya queda un día menos para no echarte de menos. Las cosas cambiarán, irán a mejor. Para ti también.
Sinceramente, espero que cuando las cosas pasen y ya sea capaz de recordarte sin que se me venga el mundo abajo, tú y yo podremos sonreírnos como si tal cosa.
Sé de sobra que esto no lo vas a llegar a leer, ya que leer no es lo tuyo. Así que aprovecho para decirte algo por última vez. Algo que no verás, no escucharás más de mi boca, pero sé que sabes de sobra como suena. Me he encargado de hacerle un huequito en tu memoria, puesto que te lo he repetido como tres veces diarias en dos largos años:
Te quiero.
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