Tengo que conseguirlo. Añoro el amor. Y me siento sola, terriblemente sola. Pero volveré a ser feliz algún día, ¿verdad? Quizá necesite tiempo. Da igual, no tengo prisa. Entonces sonrío, exhalo un hondo suspiro y noto que voy recuperando la seguridad. Sí, lo lograré. Porque, a fin de cuentas, soy muy joven aún, ¿no?
miércoles, 27 de junio de 2012
Con el amor no se juega...
Y, de repente, me siento un poco más serena y dejo de llorar. Claro que sí. Mañana será otro día. Me siento realmente estúpida. Me río y después vuelvo a llorar. Cierro los ojos. Lo siento, pero no lo consigo. Me da un poco de vergüenza. Pero la verdad es que estaba muy enamorada. Estoy muy enamorada. Exhalo un prolongado suspiro. Abro los ojos. Ahora el sol se encuentra justo delante de mí. Algunas gaviotas sobrevuelan el mar. Rozan el agua y se elevan de nuevo hacia el cielo.
Tengo que conseguirlo. Añoro el amor. Y me siento sola, terriblemente sola. Pero volveré a ser feliz algún día, ¿verdad? Quizá necesite tiempo. Da igual, no tengo prisa. Entonces sonrío, exhalo un hondo suspiro y noto que voy recuperando la seguridad. Sí, lo lograré. Porque, a fin de cuentas, soy muy joven aún, ¿no?
Tengo que conseguirlo. Añoro el amor. Y me siento sola, terriblemente sola. Pero volveré a ser feliz algún día, ¿verdad? Quizá necesite tiempo. Da igual, no tengo prisa. Entonces sonrío, exhalo un hondo suspiro y noto que voy recuperando la seguridad. Sí, lo lograré. Porque, a fin de cuentas, soy muy joven aún, ¿no?
lunes, 25 de junio de 2012
No me hace falta perderte para saber que eres lo mejor que tengo.
Lo encontré. Lo encontré hace casi dos años, pero he de decir que hasta hace muy poco no me he dado cuenta de la maravilla que tengo a mí lado. Que sí, que siempre he sabido que me quiere muchísimo, que hace todo por verme sonreír y que me riñe constantemente para que me esfuerze y haga las cosas lo mejor posible. ¿Sabeís el dicho ese que dicen muy a menudo? Ese de ''Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde'' Bueno pues digamos que yo pienso que no es así. Todo el mundo sabe lo que tiene, pero como piensas que siempre va a estar ahí, no le das importancia. Y lo descuidas. A mí casi me pasa, pero por suerte, me di cuenta a tiempo.
Hoy he decidido también, darme una vuelta por el pasado. Es una de las pocas veces que lo hago por iniciativa propia y no como una manera de ahogarme y anclarme en el pasado. No, hoy lo he hecho por él. Y por mí. Me he puesto a andar hacía atrás. Concretamente hasta hace unos tres años. Hasta ahora, cada vez que lo he hecho he llorado y he desistido. Era incapaz. Hasta hoy. No sabéis la satisfacción que da mirar hacía atrás y darte cuenta de que ya no necesitas a ese alguién por el que sufrías. Lo he conseguido y me siento una verdadera vencedora. He vencido a mí mente y he dejado bien claro lo que quiero, lo que necesito y lo que no quiero ver nunca más. He seguido andando y los recuerdos casi me vencen. No los he ignorado, he sido valiente y los he visto uno a uno, pasando por mi cabeza, sin tregua. He sonreido. No puedo cambiar el pasado, es cierto, pero el futuro es mío. Esos recuerdos ya no son nada. No significan nada. Se acabaron. Pero ha pasado algo. Al volver a andar, he llegado a ese momento. A esa tarde. A ese lugar. A ti. Y ahí es cuando me he dado cuenta de todo lo que eres. De lo maravilloso que has sido siempre, desde el primer día. Has tenido tantas razones para abandonar... Pero no lo has hecho. Verte así, queriéndome sin importar nada... No sé ni lo que he sentido. No puedo expresarlo. Lo único que puedo decirte es que te quiero. Poca cosa, para todo lo que tú te mereces. El problema es que con palabras no puedo expresarte ni la cuarta parte de todo lo que siento por ti.
Al volver al presente y verte ahí, dónde siempre, como todos los días, desde hace año y medio, he sentido tantas cosas a la vez, que no se como enfrentarlas todas al mismo tiempo. He comprendido muchas cosas, sobre todo que aunque tú sigues siendo el mismo y haciéndo las mismas cosas, yo te veo diferente. Con otros ojos. Te veo cómo un héroe. Cómo alguién mucho más grande que el resto del mundo.
Has domado a la fiera que tenía dentro, y eso nadie lo había hecho hasta ahora. Ya está. Lo has conseguido. Soy tuya. Y aunque no debería decir esto, porque nadie sabe lo que podría pasar un día, lo voy a decir, porque pienso que pase lo que pase y estes dónde estes, ya sea conmigo o con otra, soy tuya para siempre. Nadie va a lograr lo que tú has hecho.
Te amo.
Hoy he decidido también, darme una vuelta por el pasado. Es una de las pocas veces que lo hago por iniciativa propia y no como una manera de ahogarme y anclarme en el pasado. No, hoy lo he hecho por él. Y por mí. Me he puesto a andar hacía atrás. Concretamente hasta hace unos tres años. Hasta ahora, cada vez que lo he hecho he llorado y he desistido. Era incapaz. Hasta hoy. No sabéis la satisfacción que da mirar hacía atrás y darte cuenta de que ya no necesitas a ese alguién por el que sufrías. Lo he conseguido y me siento una verdadera vencedora. He vencido a mí mente y he dejado bien claro lo que quiero, lo que necesito y lo que no quiero ver nunca más. He seguido andando y los recuerdos casi me vencen. No los he ignorado, he sido valiente y los he visto uno a uno, pasando por mi cabeza, sin tregua. He sonreido. No puedo cambiar el pasado, es cierto, pero el futuro es mío. Esos recuerdos ya no son nada. No significan nada. Se acabaron. Pero ha pasado algo. Al volver a andar, he llegado a ese momento. A esa tarde. A ese lugar. A ti. Y ahí es cuando me he dado cuenta de todo lo que eres. De lo maravilloso que has sido siempre, desde el primer día. Has tenido tantas razones para abandonar... Pero no lo has hecho. Verte así, queriéndome sin importar nada... No sé ni lo que he sentido. No puedo expresarlo. Lo único que puedo decirte es que te quiero. Poca cosa, para todo lo que tú te mereces. El problema es que con palabras no puedo expresarte ni la cuarta parte de todo lo que siento por ti.
Al volver al presente y verte ahí, dónde siempre, como todos los días, desde hace año y medio, he sentido tantas cosas a la vez, que no se como enfrentarlas todas al mismo tiempo. He comprendido muchas cosas, sobre todo que aunque tú sigues siendo el mismo y haciéndo las mismas cosas, yo te veo diferente. Con otros ojos. Te veo cómo un héroe. Cómo alguién mucho más grande que el resto del mundo.
Has domado a la fiera que tenía dentro, y eso nadie lo había hecho hasta ahora. Ya está. Lo has conseguido. Soy tuya. Y aunque no debería decir esto, porque nadie sabe lo que podría pasar un día, lo voy a decir, porque pienso que pase lo que pase y estes dónde estes, ya sea conmigo o con otra, soy tuya para siempre. Nadie va a lograr lo que tú has hecho.
Te amo.
jueves, 21 de junio de 2012
Por favor, regresa a mi lado.
Lo siento, no se estar sin ti. Se me da fatal. Es imposible. Soy imposible. ¿Te acuerdas aquella vez que decidimos perdernos y acabamos en Nueva York? Pues he vuelto, y parece que todo lleva tu nombre. Los recuerdos me matan. Soy incapaz de dar más de dos pasos sin ver tu cara reflejada en algún cristal, o sin que mi mente me traiga algún recuerdo de nuestros besos, risas, comidas y tonterias. Estoy a punto de rendirme...Lo sé, lo sé, me dijiste que te esperara. Que si de verdad te amaba, esperaría todo el tiempo que hiciera falta, pero es que yo ya no puedo más. Hace más de un año que desapareciste sin dejar rastro. Sólo dijiste que volverías...Algún día. He perdido días, meses, en buscarte por todos sitios. He recorrido medio mundo preguntando por ti, ¿dónde estás? Sólo necesito una señal, algo que me diga que estás bien, que vas a volver, que los días van a pasar de prisa, y cuándo menos me lo esperes estarás al lado. Por favor, lo necesito. No aguanto esta continua indiferencia... Empiezo a olvidar el sonido de tu voz, y eso me da miedo. Vuelve, porque se está haciendo tarde...Vuelve. Por favor.
miércoles, 13 de junio de 2012
¿Jugamos?
Fuego. No hay cosa que más me guste que quemarme. Arder. Pasarme de la raya, y quemarme. Infierno, fuego, azufre, sol... Tú. Yo me quemo con solo una mirada tuya. Es tu fuego el que hace que pierda los papeles, que me descontrole y que arañe las paredes por un simple beso. Y cuando me besas, ese mismo fuego, se triplica. Mi pulso se dispara, y tus caricias, me hierven la sangre. Es mi manera favorita de arder, de sentir el fuego totalmente y de desear con toda mi alma otra sonrisa tuya. Me derrites, me enciendes y consigues que todo lo que me importa pase a un segundo plano.
No eres un ángel, eso lo tengo claro. Eres un demonio. El mismo Diablo. No me importa, siempre tuve preferencia por los malos de las películas, y por las sonrisitas de suficiencia que me dedicas al verme. Supongo que sabes que soy tuya, que muero por tus atenciones, y que me encanta tu pelo, tus ojos, tus manos.
Desde que te conozco tengo una nueva meta: voy a ser mala. Estoy segura de que tú no irás al cielo, sino al infierno. ¿Y para qué quiero yo el cielo, si tú no vas a estar? Vayámonos al infierno y ardamos, pero juntos.
No eres un ángel, eso lo tengo claro. Eres un demonio. El mismo Diablo. No me importa, siempre tuve preferencia por los malos de las películas, y por las sonrisitas de suficiencia que me dedicas al verme. Supongo que sabes que soy tuya, que muero por tus atenciones, y que me encanta tu pelo, tus ojos, tus manos.
Desde que te conozco tengo una nueva meta: voy a ser mala. Estoy segura de que tú no irás al cielo, sino al infierno. ¿Y para qué quiero yo el cielo, si tú no vas a estar? Vayámonos al infierno y ardamos, pero juntos.
domingo, 10 de junio de 2012
Morir despacio
Hoy vengo con la intención de haceros comprender algo. Quiero que comprendáis que un final de algo, no significa necesariamente el final de toda tu vida. Finales hay siempre, a todas horas. Nadie ha muerto por amor, pero sí que hay gente muerta en vida. Yo he perdido a numerosos seres queridos. Numerosos amores que se fueron por el desagüe de cualquier tubería de cualquier lugar. Tantas y tantas lágrimas desaprovechadas. Pero desde luego lo peor, es perder a alguien porque se apaga. Porque se muere. Y ya no hay vuelta atrás. Porque se va para siempre y ya no vuelves a verla sonreír nunca más. Perder a alguien a quién amas y que tu mundo se despedace a trozos cada dos minutos. He conocido gente maravillosa. Espléndidas. Eran mi ejemplo a seguir. Gente felices que se miraban y lo decían todo sin palabras. Peleaban, como todos, pero nunca dejaron de estar juntos. Era increíble ver como sus besos eran de verdad, de los de amor, de los de cosquilla en la barriga y que sabes que ellos tendrán futuro. Pero sin embargo, nuestro amigo el destino, nos juega una mala pasada. Nos quita eso que tanto amamos y todo se va a la mierda. Ella se fue... Y él se quedó destrozado. Sigue destrozado. Sus ojos han cambiado, su vida ya no vale nada, y yo muero cada vez que lo veo así. Y lo peor es que no puedo hacer nada, porque él no quiere saber nada. Sus ojos verdes, están grises. Y yo siento que se muere a cada paso que da. Sus latidos ya no se regulan como antes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)