-¿Qué haces aquí?
+He venido a buscarte...
-¿Y qué quieres?
+Amarte.
-Lo siento, llegas tarde.
+Tu mirada no dice eso.
-¿Qué sabrás tú lo qué dice mi mirada? Vete, no quiero verte.
+Mientes.
-¡Olvídame! Has venido demasiado tarde.
+Nunca es demasiado tarde para el amor.
domingo, 29 de abril de 2012
sábado, 28 de abril de 2012
Los pilares de la tierra.
Él le puso un anillo en el dedo. "He estado esperando esto toda mi vida", pensó ella. Se miraron a los ojos. Estaba segura de que él había cambiado. Comprendió que, hasta entonces, él no había estado seguro de ella.
-Te quiero - dijo él -.Siempre te querré.
Aquélla era su promesa. El resto era religión. Ese breve instante les pertenecía. La mirade de él decía: "Tú y yo juntos, para siempre". Y ella se dijo: "Al fin".
-Te quiero - dijo él -.Siempre te querré.
Aquélla era su promesa. El resto era religión. Ese breve instante les pertenecía. La mirade de él decía: "Tú y yo juntos, para siempre". Y ella se dijo: "Al fin".
lunes, 23 de abril de 2012
...Y fuimos felices, por caminos separados.
Tus idas y venidas, tus prontos y tus movidas, tus fobias y tus fias.
Nunca supimos que algo había empezado... Tampoco supimos que había terminado.
Pero así son las cosas; lo mismo empiezan que acaban, y lo mismo duelen que sanan.
Pero lo bueno de todo esto, es que suelo quedarme con las cosas buenas. Aquellas que me han puesto los pelos de punta, y que hace que las sonrisas me salgan solas.
Yo no te guardo rencor por nada, ni siquiera por los malos momentos, al contrario, te los agradezco, porque me hicieron ser mejor persona, incluso en los días oscuros.
Lo único que quiero, es que tú al igual que yo, seas tan feliz, como siempre quisimos. Y que, tal vez, no estabamos hecho el uno para el otro como siempre pensamos, pero lo que si te puedo decir, es que estabamos hechos para amar nuestros diferentes destinos.
Nunca supimos que algo había empezado... Tampoco supimos que había terminado.
Pero así son las cosas; lo mismo empiezan que acaban, y lo mismo duelen que sanan.
Pero lo bueno de todo esto, es que suelo quedarme con las cosas buenas. Aquellas que me han puesto los pelos de punta, y que hace que las sonrisas me salgan solas.
Yo no te guardo rencor por nada, ni siquiera por los malos momentos, al contrario, te los agradezco, porque me hicieron ser mejor persona, incluso en los días oscuros.
Lo único que quiero, es que tú al igual que yo, seas tan feliz, como siempre quisimos. Y que, tal vez, no estabamos hecho el uno para el otro como siempre pensamos, pero lo que si te puedo decir, es que estabamos hechos para amar nuestros diferentes destinos.
miércoles, 18 de abril de 2012
Cómeme a besos.
Al fin lo he descubierto. He encontrado la respuesta a ese maldito enigma, que no hace más que dar vueltas por mi cabeza, desde que nos besamos. ¿Y sabes qué? Que ya se porque te quiero. Te quiero porque haces las cosas fáciles, porque si tuviera que elegir un lugar donde vivir, sería tu habitación... Porque debajo de tu cama el mundo es tan pequeño que parece que no puede pasar nada mas, y la verdad, a mí no me hace falta que pase nada más, si estoy contigo.
Las maravillas del destino.
Yo no creo en la mágia ni en las casualidades. Creo en el destino. Soy fiel a los encontronazos cara a cara con el amor de tu vida. Y lo que más me gusta pensar es que tú eres mi destino. Que si apareciste en mi camino, es porque tenías que ser mío. Y yo tuya. Creo en las maravillas de este mundo, en lo perfecto e imperfecto, en los finales felices y en las malas rachas. Creo en los baches en mitad del camino, que te hacen parar y pensar que es lo que realmente quieres. Incluso pienso que el mundo está compuesto de sonrisas y de días rosas y grises.
No creo en los cuentos, pero sí en las historias. En las leyendas. Historias de héroes antiguos que rescatan a la princesa que está maldita. Creo en las leyendas, porque la nuestra será la más bonita de todas.
No creo en los cuentos, pero sí en las historias. En las leyendas. Historias de héroes antiguos que rescatan a la princesa que está maldita. Creo en las leyendas, porque la nuestra será la más bonita de todas.
viernes, 13 de abril de 2012
Buscando en el baúl de los recuerdos.
Hoy podría escribir sobre lo rápido que murió lo nuestro, de ti y de tus constantes enfados cuándo todo salía mal. Tal vez debería escribir de esos gritos y de esas eternas noches de espalda en la misma cama, pero a la vez, tan lejos. Podría escribir sobre... ¡bah! Paso. Hoy voy a escribir sobre mí. Sobre mis sentimientos. Sobre tu ausencia y lo rápido que ha pasado todo, incluso el tiempo sin ti.
Comenzaré por decirte, que no, no estoy triste, ni insoportable, ni me paso el día llorando por las esquinas, como un alma en pena. Tampoco puedo decirte que soy totalmente feliz, porque no pretendo engañarte. Estoy bien. Normal.
Solo quería preguntarte si las cosas te van bien, si tú eres muy feliz, si has encontrado a alguién o si es todo lo contrario. No espero que respondas, aunque realmente me gustaría.
Ayer encontré una carta y una foto. Aquella carta que me regalaste por San Valentín cuándo eramos unos críos que jugaban a quererse. La foto es de aquella pizzería que estaba en el centro, ¡salgo con unos pelos! Uff, se nota que es de hace tela de tiempo. Sonreíamos y tú me tenías cogida de la mano, ¿quién podría haber predicho nuestro destino? Estabamos locos el uno por el otro y parecía que nuestro amor nunca podría tener fin. Pero lo tuvo, y déjame decirte, que no fue un final bastante alegre.
Mi vida no está mal, le hace falta movimiento, pero, bueno, ya sabes cómo soy, que las grandes emociones no son mi fuerte.
Tengo que decir que he cambiado mucho, desde que no me ves. Me he teñido el pelo y me he hecho un corte bastante peculiar, totalmente distinto. Ahora fumo. Bueno, más bien, fumo desde el día que te fuiste, cuando me desesperaba por tu ausencia, pero lo dejaré. Eso es malo, tú se lo decías mucho a tu padre.
En fin, que de verdad, espero de todo corazón que todo te vaya genial, y, ¿quién sabe? Quizás un día de estos, el destino haga de las suyas, y nos chocamos de frente como en las peliculas.
Comenzaré por decirte, que no, no estoy triste, ni insoportable, ni me paso el día llorando por las esquinas, como un alma en pena. Tampoco puedo decirte que soy totalmente feliz, porque no pretendo engañarte. Estoy bien. Normal.
Solo quería preguntarte si las cosas te van bien, si tú eres muy feliz, si has encontrado a alguién o si es todo lo contrario. No espero que respondas, aunque realmente me gustaría.
Ayer encontré una carta y una foto. Aquella carta que me regalaste por San Valentín cuándo eramos unos críos que jugaban a quererse. La foto es de aquella pizzería que estaba en el centro, ¡salgo con unos pelos! Uff, se nota que es de hace tela de tiempo. Sonreíamos y tú me tenías cogida de la mano, ¿quién podría haber predicho nuestro destino? Estabamos locos el uno por el otro y parecía que nuestro amor nunca podría tener fin. Pero lo tuvo, y déjame decirte, que no fue un final bastante alegre.
Mi vida no está mal, le hace falta movimiento, pero, bueno, ya sabes cómo soy, que las grandes emociones no son mi fuerte.
Tengo que decir que he cambiado mucho, desde que no me ves. Me he teñido el pelo y me he hecho un corte bastante peculiar, totalmente distinto. Ahora fumo. Bueno, más bien, fumo desde el día que te fuiste, cuando me desesperaba por tu ausencia, pero lo dejaré. Eso es malo, tú se lo decías mucho a tu padre.
En fin, que de verdad, espero de todo corazón que todo te vaya genial, y, ¿quién sabe? Quizás un día de estos, el destino haga de las suyas, y nos chocamos de frente como en las peliculas.
viernes, 6 de abril de 2012
Ansiada libertad.
¿Sabes cuál es mi problema? Que siempre estoy dormida. Me duermo y me pierdo las cosas más bonitas e interesantes de mi vida; y cuándo despierto, me entran ganas de correr, reír, cantar, luchar y vivir todas esas emociones, que por haber estado dormida, me he perdido. Entonces, tú debes entender que yo me vaya, que me pierda en los bosques y que, durante algún tiempo, no sepas nada de mí. Tienes que dejarme sola, a mi aire, que sea feliz así, porque piensa que tarde o temprano regresaré, para volverme a dormir, mientras me besas suavemente. Quiéreme así, porque es la única manera que tienes de hacerme feliz.
miércoles, 4 de abril de 2012
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+¿A dónde la llevo señorita?
-Al fin del mundo.
+Perdone, ¿dónde se encuentra exactamente ''el fin del mundo''?
-No sé, dónde pueda estar tranquila y nadie vuelva a hacerme daño. Un lugar para olvidar, para empezar de cero y para volver a soñar con un futuro...Dónde pueda ser feliz de una puta vez.
-Al fin del mundo.
+Perdone, ¿dónde se encuentra exactamente ''el fin del mundo''?
-No sé, dónde pueda estar tranquila y nadie vuelva a hacerme daño. Un lugar para olvidar, para empezar de cero y para volver a soñar con un futuro...Dónde pueda ser feliz de una puta vez.
domingo, 1 de abril de 2012
TE QUIERO
Hoy, puedo decir en voz alta, que estoy feliz. Y que me siento muy orgullosa de ti, David. Sí, es una de las pocas veces, que en mi blog y en mis entradas, digo el nombre de alguién. Esta vez he hecho una excepción. Porque se lo merece. Se merece que lo nombre y que ahora mismo, salga corriendo a Barcelona y me lo coma a besos. ¿Qué por qué? Porque a pesar de todo lo que, a lo largo de este año, sin ti, nos ha distanciado, no ha habido momento en el que no te acordarás de mí. ( y yo de ti) Es verdad, que nos hemos hecho mucho daño, mutuamente. Pero hoy, con esa maravillosa noticia que me acabas de dar, me he acordado de todo, y he sonreido tontamente, al acordarme de mi mejor amigo. No se como expresarte lo contenta que estoy, porque figuro, que tú tienes que estar el doble. Esa afirmación, que no hace más que dar vueltas en mi cabeza, y que hasta hace unos tres días, tú veías tan lejana, se hace realidad, cariño: VAS A VOLVER A ANDAR.
Volveremos a correr juntos, y volveré a verte sonreír de verdad, otra vez. No sabes lo mal que lo he pasado, al verte triste. Pero las cosas van a cambiar, porque nadie mejor que tú se lo puede merecer. Nadie cómo tú se merece esto.
Al principio he dicho que a parte de sentirme feliz, me siento ORGULLOSA. Me siento muy, muy, muy orgullosa de mi mejor amigo, y de que seas tú. Orgullosa, de tenerte siempre, y de que, aunque hubieras perdido un poco la esperanza, siguieras luchando e intentando ser feliz.
Y ahora, como buena excepción de la regla que eres, en contra de todos mis principios, voy a poner una foto. Una foto real, de alguién que lucha día a día por volver a caminar conmigo.
Volveremos a correr juntos, y volveré a verte sonreír de verdad, otra vez. No sabes lo mal que lo he pasado, al verte triste. Pero las cosas van a cambiar, porque nadie mejor que tú se lo puede merecer. Nadie cómo tú se merece esto.
Al principio he dicho que a parte de sentirme feliz, me siento ORGULLOSA. Me siento muy, muy, muy orgullosa de mi mejor amigo, y de que seas tú. Orgullosa, de tenerte siempre, y de que, aunque hubieras perdido un poco la esperanza, siguieras luchando e intentando ser feliz.
Y ahora, como buena excepción de la regla que eres, en contra de todos mis principios, voy a poner una foto. Una foto real, de alguién que lucha día a día por volver a caminar conmigo.
Te quiero.
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