martes, 13 de diciembre de 2011

Tal cuál.

Ahora quiero que me escuches atentamente, sí, tú.
El que dice que no tengo ovarios de abrir mi cabeza por un instante y mostrarle al mundo quien soy, que pienso y de que estoy hecha.
Pues estáte atento porque hoy quizás descubras cosas mías increíbles y otras no tan increíbles, pero que sólo oíras una vez, nada más.
Sí, es cierto que tengo una adicción demasiado fuerte a todo lo que sea dulce.Que adoro el chocolate por encima de todas las cosas de este mundo.
También es cierto que lo amargo me atrae y que aunque cuando lo pruebe me deje un sabor horrible en la boca me hago adictiva. Soy demasiado masoquista, supongo.
Siempre me he vuelto loca con Robert Pattinson. No puedo evitarlo, es verlo y comenzar a pegar gritos como una loca.
Aunque también es cierto que de la única persona que estoy enamorada es de él. Del chico de mis sueños que me ha regalado una sonrisa cada día de mi vida desde hace un año. Es único e incomparable. Dudo de que queden chicos igual de guapos tanto por fuera como por dentro.
Me encanta reírme con los que de verdad se merecen oírme reír, pero tengo que decir que las bromas me ponen los pelos de punta. No las soporto.
Podría decirte que si me gastas una broma y me siente mal, quizás no vuelva a hablarte en toda mi vida. Demasiado estúpida.
Siempre tiendo la mano a quien de verdad se la merece y a quien a mí me caiga bien. 
¿Me caes mal? Entonces no esperes que te tienda la mano cuando la necesites.
Expreso mis sentimientos con cualquiera. Si estoy mal y apareces de repente me va a dar igual conocerte o no, te contaré mis problemas en cuánto preguntes ''¿Qué tal estás?''
También soy una arrogante, creida y demasiado excéptica. Me creo el centro del mundo, es cierto, pero pienso que si no me preocupo yo de mi misma, ¿quién lo hará? Nadie.
Te ayudaré siempre y cuando en algún momento de mi vida, tú me has ayudado a mí. Entonces no me lo pensaré dos veces y te ofreceré mi mano, no una sola vez, veinte si es necesario, incluso cien.
Cuando me quito mi coraza de ''me-importa-todo-una-mierda'' soy la tía más sentimental que te vayas a encontrar en tu camino, la más tierna, la más frágil pero también la más borde.
A veces pasa que de lo buena que soy, soy tonta. Es ahí dónde cojo mi super coraza, me la coloco y ya todo me da igual.
He llegado a desearle la muerte al primer gilipollas que se ha pasado conmigo. Tengo esa manía, ni perdono ni olvido.
Soy demasiado rencorosa, tanto, que si dentro de unos cincuenta años nos encontraramos y tú en algún momento de tu vida, has intentado joderme la mía, ni me lo pienso: te tiró delante del primer coche que pase.
No soy difícil de conquistar y mucho menos de enamorar, ya lo he dicho varias veces. Con unas cuantas palabras bonitas y dos o tres sonrisas me tienes en tus manos.
Pero también soy una de las tías más difíciles de conservar, dicho por muchas personas.
Igual de rápido que llego me voy. No esperes que esté en tu vida demasiado tiempo.
Pero cuándo pasa que me enamoro, como está vez, quizás me tengas detrás de ti para siempre, aunque, claro está, nunca me arrastraré por ti.
Puedes llamarme de todo, que no me lo voy a tomar a mal, al contrario, soy la primera que dice que soy una zorra. Una grandísima zorra.
Pero no me avergüenzo de ello. Sé reconocer lo que soy.
Tengo el corazón cosido con hilo de todas las veces que me lo han roto. Puedo parecer muy fuerte, pero mi pobre corazón es tan dévil que de tantos golpes y caídas está para tirarlo y comprar uno nuevo.
Es lo que pasa de tantos golpes y caídas, que aprendes a sobrellevarlo todo como puedes y a no fiarte ni de tu sombra, aunque en mi caso parece que no aprendo.
Sigo confiando en algunas personas que un día me jodieron la vida, pero como los quiero tantísimos, aquí me tenéis perdonando una a una todas las putadas que me han hecho. Lo que yo os diga, de buena que soy, tonta.
Pero me estoy recomponiendo poco a poco y aprendiendo a no perdonar más de una capullada.
Otra cosa, adoro el rosa y la ropa conjuntada. Odio que me digan pija porque yo no soy de esas niñatas tontas que sólo piensan en ropa y en chicos.
Otros me llaman hippie por llevar el símbolo de la paz colgado del cuello. Que gente más imbécil. No soy hippie, no soy pija, no soy choni ni siquiera soy normal. 
Soy Noelia. Sólo eso. Sin estilos, sin normas, sin símbolos característicos. Nada. Sólo yo.
Esto es así de fácil: si tú me respetas y me aceptas tal y cómo yo soy, yo te acepto y te respeto sin poner ninguna pega y valorándote por lo que eres, no por lo que intentas aparentar.
¿Ves ahora a lo que me refería con que habría cosas de mí que no te gustarían?
Por esta razón no abro mi cabeza muy a menudo, al contrario, la cierro todo lo que puedo. 
Estoy cansada de que la gente me juzgue y me condene así sin más. No quiero que nadie me diga como tengo o debería de ser.
Soy así. Nadie puede cambiar eso. Ni siquiera yo misma me podría cambiar.
Acostumbraros a vivir con eso, porque es algo que os digo yo, que me conozco bastante bien, que no va a cambiar nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario