lunes, 30 de enero de 2012
jueves, 26 de enero de 2012
Te esperaré.
Me he dado cuenta de muchas cosas a lo largo de este interminable tiempo sin ti.
Una de ellas es que sin ti el tiempo se hace inmenso y las horas parecen años. He de decirte que desde que, dejamos aquella pequeña pero intensa historia de amor, he salido cada noche buscándote, buscándome. Intentando encontrarte en nuestros lugares y cada vez que pasaba he podido recordar cada una de las sonrisas, de los besos, de las risas, de los abrazos y de los incontables ''te quieros'' cómo si lo estubiera viviendo en ese preciso instante. Pero al final acabé cansándome y comenzé a odiarte. Te odié mucho. Muchísimo, diría yo. A raíz de eso empezé a salir todas las noches, pero no ha buscarte, si no a conocer a otros. Tantísimos otros. He besado a tantos hombres que perdí la cuenta hace muchísimo tiempo. Cada noche uno distinto. Labios nuevos. Todos han pasado por mi cama, por mis sábanas, que no hace mucho, mantenían intacta tu fragancia. ¿Y sabes qué he podido sacar de todas esas noches? Que ninguno me ha besado como tú. Ninguno me ha hecho sentir ni lo más mínimo al desnudarme. Nada. Vacía por dentro y por fuera. Te he estado buscando en cada uno de ellos. Extrañándote en cada caricia. No encontré nada parecido a ti.
Así que decidí dejar de buscárte de esa manera e intentar olvidarte. Es difícil, pero no imposible.
Sé que eres feliz con otra. Otra que te da todo eso que yo no conseguí darte, aunque te puedo asegurar que lo intenté con todas mis fuerzas.
En fin, pero ya sabes que las cosas no siempre salen cómo uno quiere que salgan, aún así puedo decirte que si por cualquier cosa las cosas se difurcan, los caminos se tuercen, ya sabes dónde estoy. Dónde siempre.
Una de ellas es que sin ti el tiempo se hace inmenso y las horas parecen años. He de decirte que desde que, dejamos aquella pequeña pero intensa historia de amor, he salido cada noche buscándote, buscándome. Intentando encontrarte en nuestros lugares y cada vez que pasaba he podido recordar cada una de las sonrisas, de los besos, de las risas, de los abrazos y de los incontables ''te quieros'' cómo si lo estubiera viviendo en ese preciso instante. Pero al final acabé cansándome y comenzé a odiarte. Te odié mucho. Muchísimo, diría yo. A raíz de eso empezé a salir todas las noches, pero no ha buscarte, si no a conocer a otros. Tantísimos otros. He besado a tantos hombres que perdí la cuenta hace muchísimo tiempo. Cada noche uno distinto. Labios nuevos. Todos han pasado por mi cama, por mis sábanas, que no hace mucho, mantenían intacta tu fragancia. ¿Y sabes qué he podido sacar de todas esas noches? Que ninguno me ha besado como tú. Ninguno me ha hecho sentir ni lo más mínimo al desnudarme. Nada. Vacía por dentro y por fuera. Te he estado buscando en cada uno de ellos. Extrañándote en cada caricia. No encontré nada parecido a ti.
Así que decidí dejar de buscárte de esa manera e intentar olvidarte. Es difícil, pero no imposible.
Sé que eres feliz con otra. Otra que te da todo eso que yo no conseguí darte, aunque te puedo asegurar que lo intenté con todas mis fuerzas.
En fin, pero ya sabes que las cosas no siempre salen cómo uno quiere que salgan, aún así puedo decirte que si por cualquier cosa las cosas se difurcan, los caminos se tuercen, ya sabes dónde estoy. Dónde siempre.
martes, 24 de enero de 2012
Sé que lo sabes.
El silencio dice más que mil palabras, y me ha dicho de todo. No vas a volver.
Te escribo estás líneas y no es para que vuelvas, pero nadie te va a amar cómo yo.
Te escribo estás líneas y no es para que vuelvas, pero nadie te va a amar cómo yo.
sábado, 21 de enero de 2012
Algo grande. Muy grande.
Escribir es mi sueño. Meter el mundo en una página. Sentir el repiqueteo de las teclas del ordenador o, mejor aún, ver cómo se seca la tinta de una pluma estilográfica en un cuaderno conservado a duras penas con un poco de pegamento y una goma. Es mi pasión. El instante en qué me siento más vivo es aquel en que releo una frase, un pasaje, una idea que he detenido para siempre en el blanco del papel transformándolo a mi manera. Es difícil hacer comprender eso a los que piensan que la vida es tan sólo el armazón que en el pasado tenías por cierto, a quien ha dejado de emocionarse, prisionero de las innumerables dificultades de la vida. Como si las dificultades fueran únicamente un mal rollo cuando, podemos conseguir lo que pretendemos. ¿Soy un idealista? ¿Un loco? ¿Un soñador? No lo sé. Tengo veinte años, miro alrededor y veo que la vida es dura. Sí, pero también esplédida. Conozco los problemas del mundo, no escondo la cabeza debajo del ala, es duro suscribir una hipoteca para comprar un tugurio, es difícil encontrar un trabajo que no te dé simplemente lo suficiente para sobrevivir, sino que, además, te permita expresarte y vivir de una manera digna. Y también soy consiente de las innumerables injusticias y violencias que nos rodean. No obstante, no he perdido la esperanza. Me conmuevo al contemplar un amanecer, daría lo que fuese por un amigo sin sentirme por ello pobre. Danzo con la vida, la invito a bailar, la abrazo sin excederme, la miro a los ojos y la respeto y la amo, al igual que adoro la mirada de una mujer enamorada. Eso es. Me gustaría estar en esa mirada, dentro, siempre, ser su sueño, hacer que se sienta preciosa y única, como la gota de rocío que por la mañana ilumina de repente el pétalo de una violeta.
jueves, 19 de enero de 2012
Fuck you.
<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
''¡Hola!, ahora mismo no estoy en casa, pero si tienes algo muy importante y no puedes esperar a después, deja un mensaje que ya yo lo leo cuando vuelva. Adiós''
Mm .. hola guapo. Ya sé que no estás en casa, ¿qué cómo lo sé? Te estoy viendo justamente en este mismo momento. Estoy justamente en la heladería que está en frente del parquecito. Nuestro parquecito.
¿Sabes? Acabo de pedirme un helado de turrón, mi favorito, con dos bolas de menta, tu favorito. Está riquísimo. Te invitaría, pero veo que estás muy ocupado... Estás con otra. Con una niñata pija y repelente que lleva unas gafas de sol enormes y un bolso a juego con la ropa. Un abrigo de cuero, encima.
La verdad, es que no se que haces con ella, si a ti esas tipas no te gustan, te conoceré yo a ti... En fin, es una decepción para mí, porque no me imaginaba que fueras a caer tan bajo con una tía así. Ya que me dejabas, por lo menos haberte ido con una... con una con cerebro ¿no? Bueno, tú sabrás.
Ahora te estás tocando el pelo y riéndote como un tonto, mientras ella te dice algo al oído. Vaya, te ha dado fuerte ¿eh?
Mejor me voy de aquí, que he visto que te diriges justamente a esta heladería.
Mm .. yasta, ya estoy en la otra acera, en un banco sentada, pero tú ni me ves... Bueno, es normal. No apartas los ojos, de los suyos. Esos ojos tan bonitos que tú tienes, tan perfectos, tan preciosos... Mierda, se me ha hecho un nudo en la garganta, pero tranquilo, que ya se me ha pasado.
Ha llegado el camarero y ella directamente le ha dicho lo que queréis, sin nisiquiera consultarte.
Vaya que directa ¿no? Intentas cogerle la mano, pero ella la retira justo en ese momento, para atusarse el pelo, un pelo rubio oscuro, largo y muy lacio, cómo todas. Qué poco original, la verdad.
Ya vuelve el camarero... ¡Ostia! ¿Pero qué es lo qué estoy viendo? ¡Ha pedido un café!
¡café! Sé ve que no sabe que lo odias, o si lo sabe, le importa más bien poco.
La miras con una sonrisa forzada, sin querer hacerle el feo. Pero ella te sonríe abiertamente, cómo si te quisiera decir ''¿Te gusta? Es un café bastante refinado. Tengo muy buen gusto, ¿verdad?''
Y tú, confundido y a la vez un poco irritado, empiezas a tomarte el café despacio, con esfuerzo y tragando rápido para evitar saborearlo demasiado.
No te conoce. O por lo menos, no tanto como yo. Yo habría pedido helado de menta para ti y uno de turrón para mí o bien, dos batidos de chocolate, de esos tan ricos que tanto nos gusta.
Giras la cabeza hacia la izquierda... y me ves. Me estás viendo justamente ahora mismo. Y yo te saludo y te sonrío y tú te quedas anodado, pero me saludas, forzado.
Entonces ella también me ve y me mira con cara rara, como diciendo ''¿Quién es esa mal vestida?''
Bueno, será mejor que me vaya y que te cuelge. Pero primero te diré que si te he llamado era sólo para decirte que no te quiero, pero no te olvido, y que por una vez en mi vida, voy a intentar ser feliz sin depender de nadie. Sin depender de ti.
Adiós y que seas feliz, con la pija esa.
<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
<<Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii>>
''¡Hola!, ahora mismo no estoy en casa, pero si tienes algo muy importante y no puedes esperar a después, deja un mensaje que ya yo lo leo cuando vuelva. Adiós''
Mm .. hola guapo. Ya sé que no estás en casa, ¿qué cómo lo sé? Te estoy viendo justamente en este mismo momento. Estoy justamente en la heladería que está en frente del parquecito. Nuestro parquecito.
¿Sabes? Acabo de pedirme un helado de turrón, mi favorito, con dos bolas de menta, tu favorito. Está riquísimo. Te invitaría, pero veo que estás muy ocupado... Estás con otra. Con una niñata pija y repelente que lleva unas gafas de sol enormes y un bolso a juego con la ropa. Un abrigo de cuero, encima.
La verdad, es que no se que haces con ella, si a ti esas tipas no te gustan, te conoceré yo a ti... En fin, es una decepción para mí, porque no me imaginaba que fueras a caer tan bajo con una tía así. Ya que me dejabas, por lo menos haberte ido con una... con una con cerebro ¿no? Bueno, tú sabrás.
Ahora te estás tocando el pelo y riéndote como un tonto, mientras ella te dice algo al oído. Vaya, te ha dado fuerte ¿eh?
Mejor me voy de aquí, que he visto que te diriges justamente a esta heladería.
Mm .. yasta, ya estoy en la otra acera, en un banco sentada, pero tú ni me ves... Bueno, es normal. No apartas los ojos, de los suyos. Esos ojos tan bonitos que tú tienes, tan perfectos, tan preciosos... Mierda, se me ha hecho un nudo en la garganta, pero tranquilo, que ya se me ha pasado.
Ha llegado el camarero y ella directamente le ha dicho lo que queréis, sin nisiquiera consultarte.
Vaya que directa ¿no? Intentas cogerle la mano, pero ella la retira justo en ese momento, para atusarse el pelo, un pelo rubio oscuro, largo y muy lacio, cómo todas. Qué poco original, la verdad.
Ya vuelve el camarero... ¡Ostia! ¿Pero qué es lo qué estoy viendo? ¡Ha pedido un café!
¡café! Sé ve que no sabe que lo odias, o si lo sabe, le importa más bien poco.
La miras con una sonrisa forzada, sin querer hacerle el feo. Pero ella te sonríe abiertamente, cómo si te quisiera decir ''¿Te gusta? Es un café bastante refinado. Tengo muy buen gusto, ¿verdad?''
Y tú, confundido y a la vez un poco irritado, empiezas a tomarte el café despacio, con esfuerzo y tragando rápido para evitar saborearlo demasiado.
No te conoce. O por lo menos, no tanto como yo. Yo habría pedido helado de menta para ti y uno de turrón para mí o bien, dos batidos de chocolate, de esos tan ricos que tanto nos gusta.
Giras la cabeza hacia la izquierda... y me ves. Me estás viendo justamente ahora mismo. Y yo te saludo y te sonrío y tú te quedas anodado, pero me saludas, forzado.
Entonces ella también me ve y me mira con cara rara, como diciendo ''¿Quién es esa mal vestida?''
Bueno, será mejor que me vaya y que te cuelge. Pero primero te diré que si te he llamado era sólo para decirte que no te quiero, pero no te olvido, y que por una vez en mi vida, voy a intentar ser feliz sin depender de nadie. Sin depender de ti.
Adiós y que seas feliz, con la pija esa.
jueves, 12 de enero de 2012
Por todo; Gracias.
Es entonces cuando tú te acercas y yo me quedo quieta, sin respirar. Mirándote a los ojos, como si estubiera hipnotizada. Tal vez lo estubiera... Me agarras de la cintura y me besas. Con frénesis. Sin parar...mejor dicho, con miedo de parar.
Todavía recuerdo lo que sentí en aquellos momentos y los escalofríos que me recorrían la espalda cada vez que tus manos me tocaban.
No he sido capaz de quitarme tus preciosos ojos azules de mi cabeza. No he podido enterrar el pasado y pasar página, y hoy, más que nunca te echo de menos.
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué tú? ¿Por qué no precisamente otro? Con la de gente que hay en el mundo. Con la de personas que lo único que desean es morir y precisamente tú, de entre tantísimos millones de personas, te marchaste.
Lo que me sorprende es cómo pudimos vivir los últimos meses y días sin ni siquiera imaginar lo que ocurriría, cómo pensabamos que seríamos siempre felices. Yo para tí y tú para mí. Asi de simple, de fácil. Así de maravilloso.
Aún recuerdo la última noche. Aquella última noche que te besé, que te acaricié, que te dije lo muchísimo que te amo...
-Hasta mañana, campeón. Que duermas genial y que sueñes conmigo...
+¡Pero qué cursi que eres! ¿Yo soñar contigo? JA JA JA. Voy a soñar con la del quinto, esa que está tan buena y que siempre me mira con cara de querer follarme - Me guiña un ojo y me sonríe mientras me agarra por la cintura.
-¡Imbécil!
Le doy un puñetazo en el hombro pero de broma. Nos reímos.
+Qué tonta. ¿Con quién voy a soñar, si no es contigo? - Pongo cara de enfadada - No te pongas así que te pones fea.
Y entonces me besa. Así, sin más. Sin ninguna explicación. Me encanta.
-Te quiero
+Te quiero
Y así seguimos unos minutos más, hasta que ya no nos queda de otra que separanos.
+Bueno me tengo que ir ya, se ha hecho tarde y tú tienes que dormir que mañana vamos a la playa y hay que madrugar - Me mira y pone su mano en mi mejilla - Buenas noches, mi princesa. Mía. Sólo mía.
-Esta bien ... - Le sonrío - Buenas noches, mi vida. Tuya. Para siempre.
+Sí, para siempre.
Y dicho esto me da el último beso y se va, decidido. Se monta en el coche, me mira y arranca. Me meto en casa cuando las luces del coche se pierden de vista...
Cómo me pensan todos estos recuerdos. Cómo me duelen. Recuerdo que aquella noche me despertó mi madre, nerviosa, asustada y llorando.
Me asusté muchísimo. Pero jamás pude imaginar lo que había ocurrido...
-¡Mamá! ¿Qué pasa? ¿Porqué lloras? - Me levanto super deprisa de la cama. De repente, ya no tengo nada de sueño..
+Cariño, ven siéntate. - Está muy nerviosa. Demasiado. Comienzo a preocuparme de verdad - Ha ocurrido algo terrible, tu novio...
Y se queda ahí. Está mal. ¿¡Qué coño ha pasado!?
-¿¡Mi novio!? ¿¡Qué ha pasado!? ¡Mamá, por dios, habla! - Hago ademán de coger el móvil que está encima de la mesita de noche y empiezo a marcar su número.
+No lo llames porque no lo va a coger. No va volver ha cogerlo, nunca más..-La miro con los ojos muy abiertos. No se porqué pero me huelo lo que va a decir a continuación y sólo de pensarlo se me nubla la vista - Volviendo a su casa, un tipo borracho, se le cruzó y él no pudo hacer nada para no chocar. El accidente ha sido mortal. Lo siento..
Y comienza a llorar de nuevo.
<<Mortal>> No fuí capaz de asimilar esa palabra y me derrumbé sobre la cama, sin ninguna esperanza.
Hoy hace dos años de ese maldito accidente. Dos años sin ti. Dos años en los que no he sido capaz ni siquiera de mirarme a un espejo. No he vivido. No puedo hacerlo sin ti.
Es cómo si en mi habitación hubiera un letrero gigante con un ''TE ECHO DE MENOS'' en letras fluorescentes. Cómo si pretendiera recordarme, cada día, cada noche, que yo no soy nada sin ti. Ni siquiera soy una persona, si tú no estás.
No sé dónde estarás, ni si por alguna extraña casualidad, podrás escucharme, podrás verme y sentirme, pero te digo que yo puedo sentirte en cada rincón de mi habitación y en cada cosa que haga. A pesar de la muerte, eres mío y yo tuya. Para siempre. Te lo prometí y desde entonces lo estoy cumpliendo.
Sólo quería decirte, una vez más, que te amo y que buenas noches, que dónde quieras que estés, pienses en mí y me recuerdes. Recuerda todo lo que hemos sido.
Todavía recuerdo lo que sentí en aquellos momentos y los escalofríos que me recorrían la espalda cada vez que tus manos me tocaban.
No he sido capaz de quitarme tus preciosos ojos azules de mi cabeza. No he podido enterrar el pasado y pasar página, y hoy, más que nunca te echo de menos.
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué tú? ¿Por qué no precisamente otro? Con la de gente que hay en el mundo. Con la de personas que lo único que desean es morir y precisamente tú, de entre tantísimos millones de personas, te marchaste.
Lo que me sorprende es cómo pudimos vivir los últimos meses y días sin ni siquiera imaginar lo que ocurriría, cómo pensabamos que seríamos siempre felices. Yo para tí y tú para mí. Asi de simple, de fácil. Así de maravilloso.
Aún recuerdo la última noche. Aquella última noche que te besé, que te acaricié, que te dije lo muchísimo que te amo...
-Hasta mañana, campeón. Que duermas genial y que sueñes conmigo...
+¡Pero qué cursi que eres! ¿Yo soñar contigo? JA JA JA. Voy a soñar con la del quinto, esa que está tan buena y que siempre me mira con cara de querer follarme - Me guiña un ojo y me sonríe mientras me agarra por la cintura.
-¡Imbécil!
Le doy un puñetazo en el hombro pero de broma. Nos reímos.
+Qué tonta. ¿Con quién voy a soñar, si no es contigo? - Pongo cara de enfadada - No te pongas así que te pones fea.
Y entonces me besa. Así, sin más. Sin ninguna explicación. Me encanta.
-Te quiero
+Te quiero
Y así seguimos unos minutos más, hasta que ya no nos queda de otra que separanos.
+Bueno me tengo que ir ya, se ha hecho tarde y tú tienes que dormir que mañana vamos a la playa y hay que madrugar - Me mira y pone su mano en mi mejilla - Buenas noches, mi princesa. Mía. Sólo mía.
-Esta bien ... - Le sonrío - Buenas noches, mi vida. Tuya. Para siempre.
+Sí, para siempre.
Y dicho esto me da el último beso y se va, decidido. Se monta en el coche, me mira y arranca. Me meto en casa cuando las luces del coche se pierden de vista...
Cómo me pensan todos estos recuerdos. Cómo me duelen. Recuerdo que aquella noche me despertó mi madre, nerviosa, asustada y llorando.
Me asusté muchísimo. Pero jamás pude imaginar lo que había ocurrido...
-¡Mamá! ¿Qué pasa? ¿Porqué lloras? - Me levanto super deprisa de la cama. De repente, ya no tengo nada de sueño..
+Cariño, ven siéntate. - Está muy nerviosa. Demasiado. Comienzo a preocuparme de verdad - Ha ocurrido algo terrible, tu novio...
Y se queda ahí. Está mal. ¿¡Qué coño ha pasado!?
-¿¡Mi novio!? ¿¡Qué ha pasado!? ¡Mamá, por dios, habla! - Hago ademán de coger el móvil que está encima de la mesita de noche y empiezo a marcar su número.
+No lo llames porque no lo va a coger. No va volver ha cogerlo, nunca más..-La miro con los ojos muy abiertos. No se porqué pero me huelo lo que va a decir a continuación y sólo de pensarlo se me nubla la vista - Volviendo a su casa, un tipo borracho, se le cruzó y él no pudo hacer nada para no chocar. El accidente ha sido mortal. Lo siento..
Y comienza a llorar de nuevo.
<<Mortal>> No fuí capaz de asimilar esa palabra y me derrumbé sobre la cama, sin ninguna esperanza.
Hoy hace dos años de ese maldito accidente. Dos años sin ti. Dos años en los que no he sido capaz ni siquiera de mirarme a un espejo. No he vivido. No puedo hacerlo sin ti.
Es cómo si en mi habitación hubiera un letrero gigante con un ''TE ECHO DE MENOS'' en letras fluorescentes. Cómo si pretendiera recordarme, cada día, cada noche, que yo no soy nada sin ti. Ni siquiera soy una persona, si tú no estás.
No sé dónde estarás, ni si por alguna extraña casualidad, podrás escucharme, podrás verme y sentirme, pero te digo que yo puedo sentirte en cada rincón de mi habitación y en cada cosa que haga. A pesar de la muerte, eres mío y yo tuya. Para siempre. Te lo prometí y desde entonces lo estoy cumpliendo.
Sólo quería decirte, una vez más, que te amo y que buenas noches, que dónde quieras que estés, pienses en mí y me recuerdes. Recuerda todo lo que hemos sido.
lunes, 2 de enero de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)